CHATEAU PALMER - MARGAUX, FRANCIA

Los vinos de Château Palmer son un hilo conductor de la historia. Pero aún más profundo, en la base de la finca, están los valores, los compromisos y la comunidad. Un mundo en sí mismo, curioso, sensible, atento… que engloba algo más que vino. Este delicado vino debe beberse a unos 14 ° C. Rosa pálido pétalo de rosa. Aromas primarios limpios, pronunciados y elegantes de melocotón de vid, fresa silvestre, entrelazados con algo de piel de naranja, madreselva floral. Paladar seco con acidez crujiente y equilibrada, algo generoso y picante también, con mucho melocotón, regaliz, tomillo y laurel en el final largo. Sedoso, equilibrado, largo, intenso, complejo. Puede beber ahora o mejorar en el tubo durante 1-3 años. Complementa a la perfección un filete de San Pedro con sabayón de regaliz o sopa de pescado.

Valores. Château Palmer es historia viva. Inspira respeto, por sus suelos y sus viñedos, pero también por sus vinos. El resultado de siglos de viticultura y vinificaciones, pulidos por la búsqueda de una visión singular. Un estilo en sí mismo. Un punto de referencia para todos los esfuerzos futuros. Porque en Château Palmer, el cambio nunca es un fin en sí mismo, sino un medio para servir los vinos de hoy y de ayer. Es el fruto de una preciosa libertad. La libertad de reevaluar constantemente, de cuestionar, de nunca tener miedo de tomar riesgos cuidadosamente calibrados. Con el corazón, un ideal inmutable: mejorar siempre, no solo para los vinos, sino también para sus artesanos y el medio ambiente que los rodea.

Biodinámica. Ni idea preconcebida, ni postura. Al principio, la biodinámica era simplemente un experimento, provocado por la curiosidad. Los primeros ensayos en 2008 no fueron concluyentes, por lo que se organizaron reuniones con los seguidores del método. Lentamente, se hizo evidente lo que realmente está en el corazón de la biodinámica: un regreso a la esencia de la agricultura. Y así, una idea se convirtió en una convicción: pasar la página de un monocultivo y recrear un organismo agrícola vivo, en toda su diversidad.

Comunidad. Los hombres y mujeres de Château Palmer comparten más que un lugar de trabajo. Juntos abrazan valores comunes: dinámicos, curiosos, apasionados, de mente abierta y decididos, viven para y con los viñedos. Este espíritu compartido está unido en un solo lugar: el Village. Ubicado a los pies del castillo, originalmente fue diseñado para albergar a maestros de bodega, administradores de viñedos, viñadores y enólogos. Todavía hoy, reúne todo el saber hacer y el conocimiento de la finca. Una comunidad, sin lugar a dudas.

 

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