FORJAS DEL SALNÉS- GALICIA, ESPAÑA

Herencia del Viñedo y Orígenes de la Bodega

Rodrigo Méndez es la quinta generación de viticultores de Forjas del Salnés, continuadores de más de tres siglos de legado familiar en la prestigiosa comarca gallega de las Rías Baixas, concretamente en el Val do Salnés, corazón de la uva Albariño. Su pequeña bodega, que produce 18 embotellados diferentes de Albariño, refleja su herencia con un guiño a su abuelo, Francisco Méndez, antiguo herrero y figura clave en el establecimiento de la denominación de origen Rías Baixas. El compromiso de Rodrigo con la tradición es evidente tanto en el nombre de la bodega, como en su ubicación, lo que subraya el profundo vínculo entre el pasado de su familia y sus prácticas vitivinícolas.

Filosofía y Técnicas

Elaboran vinos refrescantes, ricos en fruta, precisos y perfectos para envejecer.

Enfatizando la simplicidad y el terruño, Rodrigo ha perfeccionado un enfoque de vinificación que respeta las cualidades intrínsecas de la uva Albariño, a menudo evitando estilos aromáticos y afrutados populares por expresiones que muestran el potencial de la uva para el envejecimiento y el reflejo del terruño. Sus métodos, profundamente arraigados en prácticas históricas, incluyen el contacto con las pieles, el pisado de las uvas y un prolongado envejecimiento sobre lías sin realizar batonnage, utilizando diversos tipos de recipientes para realzar estas características. El interés de Rodrigo va más allá de los vinos blancos, ya que recupera y promueve variedades tintas locales, contribuyendo a la diversidad y riqueza de la cartera de vinos de la región.

Viñedo e Impacto del Terroir del Salnés

En el Val do Salnés, el clima fresco y húmedo influye en la lenta maduración de la uva Albariño, crucial para conservar la acidez y la frescura aromática. Rodrigo Méndez aprovecha con maestría la composición única de los suelos de la zona para realzar las características de los vinos. Los viñedos costeros, con sus suelos arcillosos blancos y arenosos de pH bajo, proporcionan a los vinos una sensación voluminosa en boca y una mineralidad distintiva. Esta mineralidad, unida a la acidez natural del Albariño, es fundamental para el estilo fresco y vibrante de los vinos de Rodrigo.

En el interior, los viñedos de los valles se caracterizan por suelos de granito descompuesto, que aportan una sensación de concentración y complejidad estructural, manteniendo una acidez elevada debido a las temperaturas más frescas y a la menor exposición al sol. Las zonas montañosas, con cepas más jóvenes en suelos rocosos, estresan a las cepas pero prometen uvas de sabor intenso y potencial para la excelencia futura. La gestión estratégica de estos variados terruños por parte de Rodrigo garantiza que cada vino refleje claramente su origen, mostrando el intrincado equilibrio entre el clima, el suelo y la vinificación tradicional del Val do Salnés.


En la Bodega

El estilo de elaboración de Rodrigo es intencionadamente sencillo y se centra en resaltar las cualidades distintivas del terruño del Salnés. Utiliza levaduras autóctonas y evita las fermentaciones a temperatura controlada, optando por cubas de madera y grandes recipientes que permiten que los vinos se desarrollen de forma natural. Este enfoque no intervencionista se extiende a un contacto significativo con las lías en los blancos y a un uso suave de grandes barricas usadas en los tintos para realzar su elegancia y complejidad. Inspirándose en las prácticas tradicionales y en la impresionante longevidad de los vinos procedentes de viñedos históricos, Rodrigo aspira a elaborar vinos que demuestren su potencial de envejecimiento. Esta filosofía no sólo refleja su respeto por la historia vitivinícola de la región, sino también su compromiso de situar a Rías Baixas a la cabeza de la producción de vinos de terruño dignos de envejecer.