Alumno aventajado en la Cía de Vinos Telmo Rodríguez, donde tuvo la oportunidad de trabajar en distintas regiones vitivinícolas, Juan Antonio Ponce regresó a su Manchuela natal para sacar el máximo potencial de los viñedos familiares de Bobal, una uva tánica, adusta y de pieles gruesas. Hoy día,Juan Antonio Ponce es respetado como el líder de Manchuela y gran maestro e intérprete de la uva Bobal. Su dominio total al controlar el vigor distintivo de la Bobal resulta ser la clave para producir vinos equilibrado de gran apreciación. Priorizando así la amabilidad y expresión frutal sobre la intensidad.
A pesar de que de tener muy pocos defensores de su región y , de incluso, haber muy pocos bodegueros en su región, Bodegas Ponce es pionera al recuperar también otras varietales autóctonas que se cultivan en la zona como la uva blanca Albilla y la uva tinta Moravia Agria.
La bodega fue fundada en 2005, se trabaja de forma biodinámica y durante el proceso de vinificación se adopta un enfoque natural con niveles mínimos de dióxido de azufre utilizado. Su filosofía es hacer vinos naturales con fermentación de levaduras silvestres, respetar el varietal local Bobal y expresar su terruño.
La base de Bodegas Ponce son unas 55 hectáreas de viñedo: 13 propiedad de la bodega, 15 de la familia y el resto arrendadas. El objetivo es que la bodega incremente la viña propia hasta las 20 ó 25 hectáreas para compensar las bajas producciones de las parcelas más viejas. También han empezado a plantar a la manera tradicional, con injerto en campo. De momento, dos hectáreas de garnacha y 2,5 hectáreas de Albilla, estas últimas en Villanueva de la Jara, un municipio con interesantes suelos calcáreos situado a mayor altitud que Villamalea, donde se ha concentrado tradicionalmente el cultivo de esta variedad.
Los viñedos se benefician de la altitud (Juan Antonio de Manchuela como “la meseta dentro de la meseta”) y la buena aireación que consiguen de forma natural en la zona. No usan azufre en polvo ni tratamientos de cobre.